En este artículo vamos a mostrar unas sencillas claves que nos van a permitir analizar si la nube es una buena inversión para nuestro desarrollo en contra a tener los datos alojados en los servidores de nuestra empresa.
En primer lugar vamos a matizar que la nube, el Cloud como se le suele denominar en inglés, ya no solo es un alojamiento para nuestras bases de datos o páginas web sino que los proveedores de servicios en la nube ofrecen, a través de estas tecnologías, infinidad de servicios tales como máquinas virtuales, redes, firewalls, enrutadores, servidores, etc. Es tal la cantidad de servicios que puede llegar a ser abrumadora.
Entre tantos y, dado que en este blog hablamos con frecuencia de programación, vamos a centrar el artículo en lo que son las bases de datos en la nube. Digamos que cualquier programa informático lee y escribe información en una base de datos que puede estar alojada en un fichero junto al programa, en un servidor SQL Server, MySQL, Oracle por ejemplo montado sobre un ordenador (servidor) en las instalaciones del cliente o, si damos el salto a la nube, en los servidores de las compañías más importantes del sector:
Hay muchas más que se han unido a esta tendencia en los últimos años.
A qué problemas nos enfrentamos
En primer lugar, y quizás en más importante, a la movilidad geográfica. En pleno siglo XXI las empresas demandan el acceso a su información desde cualquier parte del mundo. Ya no estamos encasillados en una oficina sino que usamos dispositivos móviles, tabletas, portátiles, y otros dispositivos fuera de la oficina y a cualquier hora del día.
En segundo lugar la configuración, puesta en marcha y mantenimiento de los equipos informáticos que van a alojar las bases de datos.
Podríamos destacar que un equipo que haga de servidor:
- Debe ser una máquina potente.
- Ha de estar 24 horas al día los 365 días del año funcionando.
- Deberá contar con un SAI decente por si se va la luz.
- Requiere de una configuración bastante compleja en cuanto a seguridad, accesos, rendimientos, etc.
- Es una máquina física que con el tiempo podrá fallar.
- Hay que tener previsto un plan de contingencia ante fallos mecánicos o electrónicos.
Y si rizamos más el rizo para que esta máquina sea accesible desde cualquier parte del mundo es necesario disponer de una buena conexión a internet más otros servicios que hay que contratar con la compañía de teléfonos que a buen seguro conllevará un aumento de precios de nuestra infraestructura.
En la nube, por contra, todo eso no existe ya que, de todo ello se encarga el proveedor del Cloud que nos va a asegurar que nuestro sistema va a estar funcionando, como poco, un 99,9% del tiempo, siendo muy estable y muy sencillo de configurar ciertos parámetros desde la oficina, o desde casa, si es necesario. El ahorro de costes en este caso es abrumador ya que no hay que mantener esta infraestructura en nuestras instalaciones, entonces……¿es rentable la nube para mi negocio?
Veamos algunos Pros y sus Contras correspondientes.
Pros tecnologías en la nube
- Precio según necesidades.
- No requiere mantenimiento.
- Disponible 24h, 365 días.
- Acceso a la información de forma global.
- Seguridad integrada y mejorada aumentando servicios.
- Fácil configuración.
- Escalable según nuestras necesidades.
Contras
- Genera miedo a perder el control de la información.
- No la podemos tocar fisicamente.
- ¿Van a poder leer nuestros datos?
- ¿Vulneramos la ley de propiedad de datos?
Bueno, vemos como en contra lo que tenemos son más dudas que otras cosas. Evidentemente no tener los datos bajo control en nuestras instalaciones es un handicap que, a priori, asusta muchísimo al cambio.
Todas estas plataformas disponen de mecanismos de encriptación de la información suficientemente robustos como para que nuestros datos estén a salvo, incluso de la mirada indiscreta de estas grandes empresas.
En contra también tenemos que no dejan de ser empresas privadas no exentas, aunque difícilmente, de pegarse un batacazo empresarial y quebrar, perdiéndose con ello todos nuestros datos y dejando nuestros sistemas informáticos completamente inutilizados.
Antes de dar el salto es importante analizar en proyecto que tenemos entre manos, la sensibilidad de la información a gestionar, el volumen de datos que necesitamos gestionar pues no hay que olvidar que en la nube se paga por recursos, cuánto más grandes sean nuestras bases de datos más coste tendrá para el bolsillo del cliente mantenerlas en la nube.
Yo no vería, por ejemplo, una empresa de defensa nacional dejando los datos de un país en manos de un gigante de estos pero, para muchos de los proyectos que desarrollamos para PYMES estas tecnologías son un gran acierto y un gran ahorro para el cliente a parte de facilitarnos el trabajo a los desarrolladores y reducir costes de infraestructuras a los clientes y, como no, darles la libertad de acceder a su información desde cualquier parte del mundo.
Si quieres aprender más sobre ella te recomiendo las jornadas «Descubra el poder de sus datos» promovidas por el Grupo de usuarios Access España en Madrid este 2018 donde seguro que se hablará sobre estos temas.